lunes, 30 de julio de 2007

las ocho de la mañana...


Volvía con Blanca (mi bici), tranquilamente para casa de una noche de trabajo (fíjense ustedes en el bonito traje de camarero) fue el segundo día que fui y volví de trabajar en bici, pero como siempre, tardé mas de lo esperado. Tras haberme entretenido con Ramón y su Panda, y un buen compañero de trabajo, me encontré justo delante de casa a Álex, todo un príncipe de la fiesta, y claro, se lió la cosa.

Que si vuelta en la bici, que si me subo yo, ahora tú, ahora los dos, bueno... un cachondeo del bueno. Casualmente pasaba por ahí mi hermanita, así que cámara de su amiga Ana, y foto para el recuerdo.

Y así resumo lo ocurrido en la foto: las 8 de la mañana de un domingo tras una noche de sábado, subidos Álex y yo a la bici, en buena compañía, y algún borrachín de fondo... saliendo de marcha delante del Hangar. Fue sin duda una peculiar y singular forma de llegar a casa tras una noche sirviendo de pingüino.

Una abraçada Álex!

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